"La declaración de Zajárchenko sobre Malorrusia, hecha esta mañana, es su propia iniciativa, Moscú se enteró de ella por los medios", dijo.
Peskov reiteró que Moscú "sigue comprometiéndose a los acuerdos de Minsk" para resolver la crisis en el este de Ucrania.
El nuevo Estado, "heredero legal de Ucrania", sería un ente federativo con regiones dotadas de gran autonomía y cuya Constitución una vez aprobada por la Asamblea Constitucional se sometería a un referendo popular.
En la Constitución de Malorrusia se fijaría su estatus de país no alineado, la intención de restablecer las relaciones con Moscú y de adherirse al Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia.
La autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) aseguró que no examinó este tema con las milicias de la provincia vecina.
A su vez, el representante ruso en el Grupo de Contacto Trilateral sobre Ucrania, Borís Grizlov, dijo que la iniciativa sobre Malorrusia no forma parte del proceso de Minsk ni es objeto de la política real, y que en realidad es una respuesta a las declaraciones provocadoras de Kiev.
En abril de 2014 Ucrania lanzó una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Kiev considera las repúblicas autoproclamadas como territorios ocupados y a las milicias de Donbás como fuerzas terroristas.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en unos 10.100 muertos.