La víspera el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su oposición al acuerdo ruso-estadounidense sobre el alto el fuego en el sur de Siria, asegurando que el mismo podría "perpetuar la presencia iraní" en el país árabe.
"Puedo garantizar que hicimos todo, y la parte estadounidense hizo todo para que los intereses de seguridad de Israel en el marco de esa construcción fueran tomados en cuenta", destacó el jefe de la diplomacia rusa.
"No sé qué le dijeron concretamente a Netanyahu, pero ya dijimos, en particular, cuando anunciamos la creación de esa zona de distensión, (…) que llevaríamos a cabo un proceso de preparación con todas las partes interesadas, entre ellas con Israel", señaló Lavrov.
El memorando para la creación de las zonas de seguridad —en la provincia de Idlib y parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama; parte del norte de la provincia de Homs; el arrabal damasceno Guta Oriental y determinadas áreas de las provincias de Deraa y Al Quneitra en el sur del país— fue firmado durante la cuarta ronda de las consultas sirias en Astaná celebrada el 3 y el 4 de mayo.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.