"Podemos afirmar con seguridad que ese conflicto es resultado de juegos geopolíticos", declaró Novruz Mammadov, el asesor de Aliyev para asuntos internacionales.
Lo que algunos se empeñan en presentar como "conflicto latente", avirtió Mammadov, podría experimentar una nueva escalada en cualquier momento.
"Los mediadores internacionales abogan por la integridad territorial de Azerbaiyán, pero por alguna razón prefieren no asumir una postura inequívoca", señaló.
Mammadov urgió al Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por EEUU, Francia y Rusia, y a la comunidad internacional en su conjunto, a "tomar medidas concretas para dar una solución equitativa al conflicto" de Nagorno Karabaj.
Lea más: Azerbaiyán pone en alerta sus tropas por aumento de tensión en Nagorno Karabaj
El conflicto entre Ereván y Bakú se desencadenó después de que Nagorno Karabaj, un enclave de población mayoritariamente armenia, decidiera independizarse en 1988 de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como Armenia y Azerbaiyán, y la troika de la OSCE, los países que representan la presidencia de turno, la anterior y la siguiente.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.