"Lo ideal sería un proceso más tranquilo y que el propio Temer pudiera pedir anticipar elecciones y que pudiéramos escoger, antes de octubre de 2018, a un nuevo presidente de la República, a un nuevo Congreso Nacional", dijo Lula en una entrevista con la radio Itatiaia.
La Constitución brasileña no contempla elecciones directas si el presidente cae cuando ya ha pasado la mitad de la legislatura; establece que sea el Congreso Nacional el que elija a un sustituto.
Lula defendió que se investigue a Temer para saber si las denuncias son verídicas: "Temer puede caer, pero cualquier proceso contra un presidente o contra cualquier ser humano tiene que investigarse; si hubiera pruebas concretas, efectivamente no hay forma de que Temer continúe", dijo.
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Lula está imputado en cinco acciones penales por corrupción, blanqueo de dinero y obstrucción a la Justicia en el marco de la Operación Lava Jato.
Los investigadores sospechan que la maleta con 500.000 reales (más de 150.000 dólares) que transportaba el diputado Rodrigo Rocha Loures (uno de los asesores más próximos del presidente) era un agradecimiento de los ejecutivos de JBS a Temer por su intercesión en favor de la empresa en un litigio celebrado en un órgano gubernamental.
En la entrevista concedida el 27 de junio Lula también habló de la posibilidad de ser el candidato del PT en las elecciones de 2018 y reiteró que "si es necesario" se presentará para competir por la presidencia.
"La posibilidad de ganar las elecciones es muy grande", admitió, después de que este lunes una encuesta del instituto de opinión Datafolha le colocara en el primer puesto de los sondeos en todos los escenarios posibles.