"El ataque actual con las sanciones no se debe a nuestro comportamiento. Se explica por el hecho de que en las elecciones presidenciales estadounidenses, por motivos internos, no ganó la persona por la que habían apostado las élites. Y ahora tratan de probar que no tienen culpa, que no es su política la que empujó a millones de ciudadanos sino es por culpa de la mala Rusia", declara en su artículo para Sputnik.
"Lo mejor que podemos hacer con las sanciones occidentales es hacer caso omiso y olvidar. Nuestra economía (…) es bastante fuerte, complicada y desarrollada para que podamos hacer e inventar todo que nos falta por nuestra cuenta", afirma.
El periodista opina que no vale la pena sobrevalorar el papel del Occidente en nuestra vida y explica que la "división entre Este y Oeste de por sí es un concepto occidental, que sirve mayormente a sus intereses" ya que la civilización rusa no está relacionada con lo que se llama el Este, compuesto del mundo islámico, japonés, chino e indio, ni tampoco con lo que se llama Oeste, o los mundos norteamericano, europeo y latinoamericano.
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"Rusia es un país completamente auténtico. Y la causa es que la densidad demográfica en Rusia siempre (…) ha sido menor que en Europa Occidental, lo que provocó un enfoque bien diferente hacia la vida humana, una ética diferente. Al final, esta ética forma la civilización", aclara.
"Podemos considerarnos, por ejemplo, el Norte. Ya que sería justo desde el punto de vista geográfico y porque la ética 'norteña' que había formado nuestra autenticidad se diferencia considerablemente de la occidental y oriental", concluye.
