"Desde el punto de vista de la jurisprudencia, era necesario presentar la demanda antes, cuando el daño era visible. No obstante, los efectos del uso de las armas para la vida y la salud de los ciudadanos son palpables", observa el experto, entrevistado por Sputnik.
El experto señala que en este caso aparece una serie de cuestiones legales difíciles de solucionar.
"La pregunta es si EEUU va a responder a las demandas. Otros países también van a querer evadir la responsabilidad de sus acciones".
Lo más importante, según Yoffe, es que el bombardeo no ha sido reconocido por los organismos competentes como una agresión internacional.
"Aunque la ONU no autorizó el bombardeo de Serbia, tampoco se ha aprobado una resolución que diga que las acciones de EEUU y la coalición fueron un acto de agresión. Hasta que se haga esto, se complica mucho el juicio".
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"Hay preguntas que los diplomáticos no discuten de manera pública. En mi opinión, es una manera de ponerse de acuerdo sobre temas importantes para Serbia", concluyó.
Durante los bombardeos de 1999, fueron lanzadas sobre Yugoslavia entre diez y 15 toneladas de uranio empobrecido. Actualmente, cerca de 33.000 casos de tumores malignos se registran anualmente en el país.
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Belgrado está formando un equipo de abogados para preparar una demanda contra la OTAN por el daño material y moral causado durante el ataque. Los abogados serbios tienen que preparar unos 20 casos jurídicos, que cuenten con evidencias físicas convincentes, respaldadas por varios registros médicos que indiquen una relación causal entre el uso de uranio empobrecido y el número creciente de casos de cáncer en Serbia.
Las demandas de los abogados serbios también tendrán en cuenta las consecuencias de la utilización de bombas de racimo, que causó numerosas víctimas, así como los bombardeos a las instalaciones de la industria química y del petróleo que provocaron graves daños ambientales.
