El ministro señaló que Rusia parte de que "cualesquiera discrepancias deben resolverse en la mesa de negociaciones a pie de igualdad y respeto mutuo".
"Solo a través de un diálogo directo se puede entender mejor las preocupaciones de cada uno, buscar vías para abordarlas, garantizar la transparencia en todos los asuntos", dijo Lavrov.
"Por supuesto, hay que ver lo más importante detrás de todo lo que ocurre, que, a nuestro parecer, es la amenaza terrorista para los países dentro y fuera de la región, es esencial centrarse en la cooperación, aunar los esfuerzos para prevenir y neutralizar este mal", resaltó.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar por su supuesto apoyo al terrorismo.
Al boicot diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Chad y Senegal llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
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La crisis se desencadenó después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir catarí Tamim bin Hamad Thani a favor de la normalización de las relaciones con Irán.
El conflicto entre Catar y sus vecinos de la región se produjo una semana después de la cumbre que Estados Unidos y los países del golfo Pérsico celebraron en la capital saudí.
Kuwait se ofreció para mediar en la crisis, el emir kuwaití viaja esta semana entre las capitales de las monarquías árabes.
El martes se reunió con el rey saudí, el miércoles visitó Dubái, y más tarde mantuvo breves conversaciones en Doha con el emir de Catar.