"Rusia, como participante activo del proceso conjunto de lucha contra el terrorismo internacional, confía que esta situación no incidirá en el estado y la decisión común de la lucha contra el terrorismo, cuya vigencia, urgencia e inevitabilidad se ve demostrada en hechos trágicos, incluyendo los recientes sucesos acontecidos en Londres", afirmó.
"Ustedes saben que la cooperación en materia de inversiones, la cooperación comercial y económica y en esferas bastantes sensibles avanzan activamente", observó.
En Rusia están "interesados en mantener estas buenas relaciones, interesados en que en el golfo Pérsico se mantenga una atmósfera estable y de paz, en el marco de la cual se solucionen las divergencias existentes", expresó.
Posteriormente, se unieron al bloqueo diplomático Yemen, Maldivas y Libia.
El conflicto entre Catar y otros actores regionales se desató después de que la agencia de noticias QNA publicara que el emir catarí está a favor de normalizar las relaciones con Irán.
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Estas declaraciones fueron publicadas una semana después de la cumbre de EEUU y varios países musulmanes en Riad, en la que el anfitrión del encuentro, Arabia Saudí, condenó a Teherán en nombre de todos los participantes por implementar una política hostil en la región.
La actual crisis diplomática entre Catar y otros países de la región no es la primera.
En 2014, Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos retiraron a sus embajadores de Doha en protesta por el apoyo catarí a organizaciones chiíes que consideran terroristas.