"El presidente Trump tomó esta decisión para maximizar las oportunidades para una negociación exitosa entre Israel y Palestina, cumpliendo con su solemne obligación de defender los intereses de la seguridad nacional de EEUU", informó la Casa Blanca en un comunicado de prensa.
Cada presidente estadounidense desde Bill Clinton (1993-2001) ha firmado esta exención cada seis meses para evitar el traslado de la sede diplomática.
La ley de la Embajada en Jerusalén, de 1995, establecía que sus oficinas debían ser relocalizadas a Tel Aviv antes del 31 de mayo de 1999.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió que iba a trasladarla tan pronto como fuera posible.
Más adelante se comprometió a que reconocería sin reservas a Jerusalén como capital de Israel.
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Israel declaró a Jerusalén su capital en 1949, pero la gran mayoría de la comunidad internacional reconoce Jerusalén Este y la Ciudad Vieja, territorios que forman parte de esa ciudad, como parte de Palestina.