"Por supuesto, el asunto se resolvería de una manera mucho más efectiva si EEUU, además de este canal bastante limitado por su agenda, aceptara unirse a la labor de discusión de los parámetros de las zonas de distensión", dijo el canciller ruso.
A principios de mayo, la capital kazaja acogió la cuarta ronda de consultas internacionales sobre Siria con la asistencia de representantes de Damasco, la oposición armada, países garantes del armisticio declarado a finales de 2016 (Rusia, Turquía e Irán), así como diplomáticos de la ONU, EEUU y Jordania en calidad de observadores.
Rusia, Turquía e Irán firmaron en esa ronda un memorando para establecer en Siria cuatro zonas de distensión que abarcan la provincia de Idlib, parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama, parte del norte de la provincia de Homs, Guta Oriental y ciertas áreas del sur, en las provincias de Deraa y Al Quneitra.
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El acuerdo busca poner fin a los enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.