El presidente estadounidense quiere liderar esta lucha con el apoyo de los países árabes y musulmanes contra un terrorismo de grupos como los yihadistas del Estado Islámico cuya expansión no ha sido alentada desde Teherán sino desde las capitales de algunos de los Estados del Golfo con los que Trump quiere colaborar.
En su discurso de hoy en el Museo de Israel, antes de partir hacia Europa, el presidente de EEUU denunció que "los líderes iraníes llaman de forma rutinaria a la destrucción de Israel", pero advirtió: "No con Donald J. Trump", provocando el aplauso de su auditorio, en el que destacaban muchos rostros de ministros y otros representantes políticos.
"El tema principal de la visita de Trump ha sido Irán, todos los demás eran secundarios. Tras años de apaciguamiento respecto a los iraníes, era necesario crear algún tipo de alianza contra la agresión iraní y su intento de desestabilizar Oriente Medio, de transformar Siria y Yemen en un fuerte militar iraní", dijo a Sputnik el ministro de Infraestructuras israelí, Yuval Steinitz, en el Museo de Israel.
Irán es una de las constantes en los discursos del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ayer agradeció a Trump "el cambio de política de EEUU" respecto a Irán y señaló que los dos países "pueden restaurar la agresión iraní".
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En este punto también coincide con Trump, para quien no hay diferencia entre Hamás, el movimiento chií libanés Hizbulá y el EI. "Los israelíes han sido asesinados por terroristas empuñando cuchillos. Hamás y Hizbulá lanzan cohetes contra las comunidades israelíes donde los niños tienen que correr a los refugios con miedo. "El Estado Islámico ataca vecindarios judíos, sinagogas", dijo en Jerusalén.
Antes, en Belén, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, Trump aleccionó al presidente palestino, Mahmud Abás, recalcándole que "la paz nunca puede arraigar en un ambiente donde la violencia se tolera, se financia o se recompensa" y pidiéndole que "condene estos actos" junto a EEUU y el resto de naciones y que se sume a su "lucha contra el terrorismo".
En Belén, Trump reiteró su compromiso "para intentar conseguir un acuerdo de paz entre israelís y palestinos" y anunció que cuenta con la voluntad expresa de Abás y Netanyahu "para trabajar por la paz".
Trump se ha desplazado a Belén, a solo 8 kilómetros de Jerusalén, en coche, con una comitiva de 60 vehículos que ha cruzado el muro levantado por Israel en Cisjordania. En sus intervenciones no se refirió a este muro sino solo al de las Lamentaciones —lugar sagrado para los judíos en Jerusalén— y tampoco mencionó los asentamientos judíos en territorio palestino.
Abás recordó a Trump que su "problema fundamental es la ocupación, los asentamientos y que Israel no ha reconocido al Estado de Palestina de la misma manera que nosotros reconocemos el suyo, hecho que mina la creación de una solución de dos Estados".
El líder palestino expuso de nuevo sus posiciones: "aceptamos una solución de dos Estados en las fronteras de 1967, el Estado de Palestina con su capital en Jerusalén este, viviendo al lado del Estado de Israel en paz y seguridad y buena vecindad, así como resolver todos los temas para un estatus final basándose en la ley internacional y soluciones legitimadas internacionalmente y otros acuerdos".
El rais palestino mencionó la "visita histórica" de Trump "a la Jerusalén este ocupada", en referencia al tour que Trump y su familia efectuaron el lunes por la Ciudad Vieja de Jerusalén, que la ley internacional considera ocupada por Israel. Trump fue el primer presidente estadounidense en activo en visitar el Muro de las Lamentaciones y el Santo Sepulcro.
Justamente hoy por la noche, los israelíes celebran el aniversario de "la liberación y reunificación de Jerusalén", según el calendario judío, en referencia a lo que la ley internacional considera la ocupación de Jerusalén este en la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Trump elogió hoy a Jerusalén, "una ciudad sagrada" "Su belleza, esplendor y patrimonio no se encuentran en otro lugar de la tierra", ha dicho en el Museo de Israel.
"Los lazos del pueblo judío con esta Tierra Santa son antiguos y eternos", comentó. "A lo largo de la historia, el pueblo judío ha sufrido persecución, opresión y (otros) han buscado su destrucción (…) Os hago esta promesa: Mi administración apoyará siempre a Israel", prometió Trump.
