"No creo que haya que esperar sorpresas", dijo en una entrevista con el diario Rossiyskaya Gazeta.
Indicó que el revuelo acerca de la cumbre se explica principalmente por la participación en la misma del presidente estadounidense, Donald Trump.
"Se está realizando una labor activa para movilizar a los aliados, mostrar su unidad, probar de nuevo que la Alianza sigue siendo relevante un cuarto de siglo después de la guerra fría", agregó Grushkó.
Grushkó mencionó que no están claras las metas del aumento de los presupuestos militares, pero subrayó que "en primer lugar, se beneficia de eso el complejo militar industrial de EEUU".
Figura en la agenda también el papel más activo de la OTAN en la lucha antiterrorista, indicó.
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"Por el momento, la función de la Alianza se limita de hecho a facilitar información recibida desde los aviones de alerta temprana AWACS de la coalición contra Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), a realizar operaciones en el Mediterráneo y el Egeo y a entrenar a agentes de las fuerzas de seguridad de algunos países de la región", dijo Grushkó.