Este fin de semana Tillerson y Trump visitaron la capital saudí donde celebraron el domingo la cumbre con 55 líderes de Estados musulmanes de Oriente Próximo.
"Hasta de que Irán muestre que quiere ser un buen vecino (…), que quiere dejar de contribuir a la desestabilización, dejar de pagar a los radicales extranjeros y a las milicias, dejar de invadir a otros países y desestabilizarlos, Irán no tiene sitio en una mesa como esta", dijo Tillerson.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que "Irán continúa su actividad encaminada a conseguir la hegemonía en esta región, en Yemen, en Irak, en Siria, y también apoya a Hizbolá en el Líbano".
Durante la cumbre Trump ya acusó a Irán de apoyar el terrorismo y el Gobierno sirio.
Esta visita es la primera del periplo de Trump que lo llevará también a Israel, los territorios palestinos y varios países de Europa.