"La violencia sexual usada de modo sistemático se convierte en una táctica de guerra y en un acto de terrorismo, manifestándose a través de prácticas aberrantes que incluyen violaciones, esclavitud sexual, prostitución, matrimonios forzados, así como embarazos, abortos y esterilizaciones forzadas", señaló.
El subsecretario uruguayo repudió la violencia sexual, señalando "que ataca lo más valioso del ser humano, su dignidad, destruyendo y deshumanizando a mujeres, niñas, niños y hombres", según reseña un comunicado de la cancillería uruguaya.
Además, hizo énfasis en que las víctimas necesitan una larga y costosa recuperación "que impacta directamente en el entramado social, en el desarrollo económico, en la convivencia familiar y en todo aquello que depende de la sociedad civil para desarrollarse".
Cancela destacó en su intervención tres ejes a trabajar para hacer frente a la violencia sexual: el empoderamiento de la mujer, la recuperación y reintegración de las víctimas, y la necesidad de justicia para que los crímenes no queden impunes.
Del debate también participaron la vicesecretaria General de Naciones Unidas, Amina Mohammed, el asesor especial del Secretario General sobre la Prevención del Genocidio y representante especial interino sobre la Violencia Sexual en Conflictos, Adama Dieng, y la directora ejecutiva del Women Refugee Route, Mina Jaf.