"Si nuestro equipo clasifica (al Mundial), y nuestro país decide que puede viajar a Rusia para jugar allí, yo, como jefe de la cadena, incluso con el riesgo de ser despedido, diré que no lo vamos a televisar", dijo Alasania en una entrevista con el periódico Telecrítica.
Actualmente el equipo ucraniano ocupa la tercera posición del grupo I de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) con 8 puntos, por detrás de Croacia (13 puntos) e Islandia (10) puntos.
Sin embargo, aún le quedan por disputar 5 partidos de la primera ronda de clasificación y sus posibilidades de asistir al mundial siguen intactas.
Según el formato de clasificación de la UEFA establecido en marzo del 2015, las 54 selecciones que integran la organización deberán enfrentarse en dos rondas.
Los nueve equipos que lideren sus respectivos grupos cuando termine la primera fase en octubre se clasificarán automáticamente a Rusia 2018.
Hasta ahora, la única participación de Ucrania en un mundial de fútbol fue en Alemania 2006, donde logró pasar a los cuartos de final tras vencer a Túnez, Arabia Saudí y Suiza hasta que fue derrotada por Italia que terminó coronándose campeón.
Otro episodio de "rusofobia"
La negativa del director general de la Compañía Nacional de RTV de Ucrania a transmitir el mundial de Rusia 2018 no es el primero –y al parecer tampoco será el último– episodio de "rusofobia" por parte de las autoridades ucranianas.
Una de las primeras decisiones que adoptó el nuevo Parlamento tras su instalación fue abolir la ley "Sobre los principios de la política lingüística del Estado", aprobada en 2012 y que otorgaba al ruso y otros idiomas minoritarios el estatus de "idioma regional", permitiendo su utilización en instituciones del Gobierno en las regiones donde los miembros de una minoría superen el 10 por ciento de la población de un distrito administrativo.
La decisión fue duramente criticada en su momento por el Parlamento Europeo que aprobó una Resolución llamando a los parlamentarios ucranianos y a las nuevas autoridades a respetar los derechos de las minorías, particularmente en lo que respecta al uso de los idiomas.
En abril de 2015 las autoridades ucranianas también aprobaron una ley que veta la difusión de cualquier producción que "glorifique a las fuerzas de seguridad del Estado agresor", lo que implica prohibir cualquier serie policíaca o película de guerra producida en Rusia.
La decisión fue duramente criticada por Moscú que la tachó de "paso destructivo de Kiev" y por la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF).
"Incluso si el regulador ha detectado violaciones de las leyes ucranianas, no hay motivos para la sanción tan drástica como la prohibición de Dozhd", dijo Johann Bihr, responsable de RSF de Europa del Este y Asia Central.
Kiev ya había prohibido los canales de televisión rusos Canal 1, Rossiya 24, Zvezda, REN-TV, Life News, RTR-Planeta, RT y otros más.
El 22 de marzo de el Servicio de Seguridad de Ucrania vetó la entrada al país a la cantante Yulia Samóilova, representante de Rusia en el concurso musical Eurovisión por haber visitado Crimea en 2015, frustrando de esta manera su participación en el evento que este año se celebra en Kiev.
El mismo mes de marzo fue presentado en la Rada (Parlamento) proyecto de ley que establece una cuota del 75 por ciento para los programas de televisión y películas en idioma ucraniano, a pesar de que el 36 por ciento de los ciudadanos ucranianos consideran el ruso como su lengua materna, según un estudio realizado en 2012 por Research & Branding Group.
La iniciativa legislativa fue catalogada por Rusia como un "genocidio lingüístico".
"Al seguir leyes absolutamente odiosas que privan a la población rusoparlante de Ucrania del derecho a recibir información objetiva en su lengua materna, las autoridades de Kiev tienen la intención de legalizar en la práctica la prohibición del idioma ruso", dijo la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
El gobierno ucraniano acusa constantemente a Rusia de apoyar a las milicias de Donbás que proclamaron repúblicas populares en Lugansk y Donetsk tras el derrocamiento del presidente Víctor Yanukóvich.
Tampoco reconoce los resultados del referendo celebrado en Crimea que sentó la base de su reunificación con Rusia, a la que así acusa de ocupar su territorio.
Moscú, por su parte, condena los esfuerzos de Kiev por romper los lazos históricos que unen a Rusia y Ucrania y tacha las acciones y las acusaciones del nuevo gobierno ucraniano de "paranoia rusófoba".