El ministro añadió que las soluciones militares del problema nuclear de Corea del Norte supondrán una catástrofe para la región.
Expresó su preocupación por el empeoramiento de la situación en la península debido a la implementación del programa balístico y nuclear por parte de Pyongyang y el incremento de la actividad militar de EEUU y sus aliados en la región.
El canciller ruso subrayó también que el despliegue del sistema antimisiles estadounidense THAAD en el sur de la península de Corea "sigue siendo un factor desestabilizador".
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Además, el ministro ruso de Exteriores cuestionó al Gobierno estadounidense por no ratificar hasta la fecha el acuerdo que proscribe las pruebas nucleares.
"Es preocupante la falta de voluntad o la incapacidad de Estados Unidos y otros países para ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares", dijo.
El rechazo de Washington a ratificar el documento, advirtió, tiene un impacto negativo en la seguridad internacional.
Lavrov agregó que el ataque estadounidense contra la base aérea siria de Shairat aleja la creación de un amplio frente antiterrorista.
"El reciente ataque con misiles que realizó EEUU contra una base aérea en Siria (…) profundiza los problemas actuales y aleja las perspectivas de crear un amplio frente antiterrorista", afirmó.
Asimismo, Lavrov exhortó a llevar al cabo una investigación imparcial y transparente del supuesto ataque químico en la localidad siria de Jan Sheijun.
"Las provocaciones similares a la que tuvo lugar en Jan Sheijun requieren una investigación profesional bajo la égida de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), (…) y debe ser abierta y transparente", agregó Lavrov.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
El ataque, que no tuvo respuesta por parte del Ejército sirio y al que siguió una ofensiva de grupos terroristas, fue presentado como represalia al supuesto empleo de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
El Gobierno sirio subrayó que nunca empleó sustancias tóxicas ni contra la población, ni contra la oposición o los terroristas. Todos los arsenales químicos, recordó Damasco, fueron retirados del país y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la OPAQ.
Por su parte, Rusia supuso que el incidente de Jan Sheijun es un montaje o resultado de un bombardeo de la aviación siria sobre los depósitos terroristas que contendrían municiones químicas destinadas para los yihadistas de Irak.