El 18 de abril el vicecanciller ruso Mijaíl Bogdánov se reunió en Moscú con una delegación de política de la ciudad libia de Misurata, encabezada por el líder del movimiento Libia Unida, Abdelhamid Dabiba.
Añade que Rusia subrayó "la importancia de establecer un diálogo inclusivo con participación de representantes de todas las fuerzas políticas esenciales, grupos tribales y regiones de Libia para crear instituciones nacionales, incluidos el Ejército y la policía, capaces de garantizar la seguridad y el orden y contrarrestar la amenaza terrorista".
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Libia atraviesa una profunda crisis desde 2011, año en el que fue derrocado y asesinado Muamar Gadafi, quien fuera su líder durante varias décadas.
Como resultado de este acuerdo se creó un Gobierno de Unidad Nacional, encabezado por Fayez al Sarraj y apoyado por la ONU, en un intento de acabar con la dualidad de poderes en el país.
Sin embargo, este Gobierno, que funciona a partir del 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes (Parlamento) en Tobruk que cuenta con el apoyo del Ejército Nacional.