Pyongyang exige, ante todo, detener las acciones militares conjuntas de Washington y Seúl y un cambio en la política hostil hacia Corea del Norte. Solo entonces será capaz de discutir el problema nuclear. Por su parte, EEUU y Corea del Sur demandan a Corea del Norte que renuncie a las armas nucleares, condición 'sine qua non' para discutir la mejora de las relaciones bilaterales.
Según el autor, el problema es que con el reforzamiento del programa nuclear de Corea del Norte, se endurecen las sanciones contra el país. Por otra parte, la actividad nuclear de Pyongyang crea pretextos para que EEUU y Corea del Sur ejerzan una mayor presión militar contra Corea del Norte.
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"Corea del Norte sabe que es mucho más débil que EEUU y Corea del Sur, pero está dispuesto a luchar hasta la muerte para que todas las partes sufran daños. Por lo tanto, Pyongyang siembra miedo en Washington y Seúl", opina Jia Xudong.
Precisamente este enfoque es capaz de solucionar de una manera sincronizada los problemas de todas las partes involucradas en el problema nuclear de la península coreana, asegura el experto.
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EEUU y Corea de Sur todavía no han respondido a la propuesta china. No obstante, "no hay mejor manera de reanudar el diálogo entre las partes", destaca el científico.
"En caso de que haya hostilidades, no habrá ganadores", cita el experto las palabras del ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi.
"Aunque la situación actual en la península coreana todavía no ha alcanzado el estado de guerra, la tensión en la región es evidente. En este contexto, cualquier tiro involuntario, cualquier malentendido o una decisión errónea pueden llevar a una situación irreversible", advierte Jia Xudong.