Rusia podría "unirse a la coalición de más de 60 estados para luchar contra Daesh [grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países] con el fin de mantener sus intereses estratégicos en Siria y establecer en el futuro una relación productiva con el presidente Trump", afirmó Johnson.
Según el ministro de Exteriores británico, Rusia debe contribuir al establecimiento de una "tregua real", poner fin al "uso de las armas químicas" y lograr una solución política en Siria.
No obstante, ni EEUU, ni Reino Unido han proporcionado evidencias sólidas al respecto. Por su parte, Rusia niega estas apresuradas acusaciones y exige una investigación objetiva de lo ocurrido.
Anteriormente, en el contexto del ataque químico en Siria y el bombardeo de la base aérea de Shairat por parte de EEUU, el mismo Boris Johnson canceló su visita programada a Moscú. Así, el ministro británico priorizó los preparativos para la reunión de cancilleres del G7, donde iba a proponer endurecer las sanciones contra Rusia. Tras la reunión, los ministros de Asuntos Exteriores de Francia e Italia declararon que en Lucca no se alcanzó un acuerdo con respecto a las sanciones contra Rusia relacionadas al problema sirio.
Tema: Escalada en Siria tras el presunto ataque con armas químicas en Idlib
El senador ruso Alexéi Pushkov señaló que el canciller ha sido contradictorio en sus declaraciones sobre Rusia. En su opinión, el diplomático británico no puede encontrar su "identidad política".
"Johnson no puede encontrar su propia identidad política: primero exige nuevas sanciones, luego nos invita a entrar en la coalición occidental. Ha encontrado el peinado, pero no la careta", escribió Pushkov en su cuenta de Twitter.