"Evalúo altamente la postura del Gobierno y las autoridades rusas, presidente (Vladímir) Putin y todo el pueblo amistoso ruso por la postura de principio tomada respecto a la agresión estadounidense", dijo al reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú.
"Ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU observamos un espectáculo en el marco del cual los países occidentales hacían una competición para ver cómo violar la unidad de Siria", dijo al añadir que agradece a Rusia que por octava vez "impidió usar el Consejo de Seguridad para realizar una agresión contra Siria".
El canciller sirio supuso que los intentos de agresión contra su país, como el ataque de EEUU contra la base aérea en Homs, no cesarán.
Asimismo, Damasco considera que con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el papel de su país en el proceso de negociaciones de Ginebra se ha reducido al mínimo.
"Notamos que, desde la llegada de la administración de Trump al poder, el papel de EEUU en los procesos de Ginebra y Astaná bajó al mínimo, eso significa que ellos no desean que el proceso de paz resulte exitoso", afirmó el jefe de la diplomacia siria.
Este jueves el Estado Mayor sirio informó que centenares de yihadistas y civiles murieron por un ataque de la coalición internacional contra un arsenal de armas químicas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) en la provincia siria de Deir Ezzor.
La coalición liderada por EEUU negó haber atacado el arsenal químico de Daesh.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que no dispone de información sobre muertes tras el ataque de la coalición internacional.
De confirmarse la muerte de personas en Deir Ezzor por la presencia de sustancias tóxicas, se trataría del segundo grave incidente relacionado con este tipo de armas en Siria en menos de dos semanas.
La liberación de las sustancias causó más de 80 muertos y medio millar de intoxicados de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EEUU y las principales potencias occidentales acusaron al Gobierno de Bashar Asad de ser el responsable del ataque, sin esperar los resultados de una investigación independiente.
El presidente Donald Trump incluso ordenó un ataque con 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat, de donde supuestamente salieron los aviones que atacaron Jan Sheijun.
El ataque, que mató a 7 militares sirios y destruyó seis aviones MiG-23 fue duramente condenado por Rusia, que acusó a EEUU de beneficiar a los grupos terroristas que intentan derrocar el Gobierno legítimo de Bashar Asad.