Un representante de la Casa Blanca declaró que EEUU puede volver a lanzar cohetes contra las tropas sirias si se producen nuevos ataques químicos, de los que Washington culpa a Damasco sin presentar pruebas.
Varios medios occidentales, citando fuentes anónimas de la Administración estadounidense, informaron que Rusia supuestamente podía estar al tanto de la preparación del ataque químico y que en el lugar donde se lanzó fue detectado un dron ruso.
"Las declaraciones sobre la preparación de EEUU para asestar nuevos golpes contra Siria en caso de repetirse ataques químicos y de que Rusia supuestamente estuvo informada de antemano sobre el uso de agentes tóxicos el 4 de abril muestran que la nueva Administración empieza a andar por el camino trillado de sus antecesores", señaló el senador.
A su juicio, lo dicho con respecto a Siria puede interpretarse del modo siguiente: "si nos parece conveniente atacar, encontraremos pretexto sin falta".
También recordó que EEUU no suele aducir pruebas concretas creyendo suficiente pronunciar acusaciones en un tono grave.
Es un método muy dudoso, pero funciona, pues nadie exigió responsabilidad a Washington por lo hecho en Irak y Libia, dijo.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde los buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
El ataque fue una represalia al uso de sustancias tóxicas en la ciudad de Jan Sheijun, provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco, afirmando que los aviones sirios habían salido de la base de Shairat para bombardear Jan Sheijun.
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El Gobierno de Siria niega rotundamente toda implicación en el incidente declarando que las armas químicas fueron sacadas de su territorio bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).