"En realidad, Estados Unidos es cómplice del terrorismo internacional y solo hace que el terrorismo cobre fuerzas, una postura irresponsable que traerá serias consecuencias", dijo Feoktístov al intervenir ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
"El ataque desestabiliza la situación en Siria y en la región, anula las posibilidades de cooperación ruso-estadounidense en el proceso político en el país árabe y además hace imposible la cooperación antiterrorista entre Moscú y Washington", indicó Feoktístov.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó un ataque con misiles de crucero Tomahawk desde buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea siria de Shairat.
Tras el ataque murieron 15 personas, seis militares y nueve civiles de la localidad de Shairat, situada cerca del aeródromo.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, había comunicado que el ataque destruyó un almacén de logística, un centro de instrucción, un comedor, una estación de radar y seis aviones MiG-23 que estaban reparándose en los hangares.
Un corresponsal de Sputnik comunicó desde el lugar de los hechos que varias aeronaves, incluidos cinco cazas, quedaron intactos y que la pista de aterrizaje tampoco sufrió muchos daños.