"La solución del conflicto en Nagorno Karabaj se encuentra entre nuestras prioridades incuestionables de política exterior", aseveró el canciller ruso en entrevista a la agencia de prensa Azeri-Press.
Lavrov expresó que "no somos indiferentes a lo que sucede en una región vecina".
"Estamos interesados en que se restablezca la paz y la tranquilidad, se reabran las fronteras, retornen los refugiados, se reanuden las relaciones económicas y comerciales", señaló.
"Es preciso tener en cuenta que el tema de la solución del conflicto en Nagorno Karabaj es muy delicado, por ello los pormenores de las conversaciones son de carácter confidencial", advirtió.
No obstante, el canciller comunicó que "muchos aspectos ya han sido acordados".
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"Quedan varios temas, pero son los más complejos, no hemos logrado alcanzar un consenso y no obstante, el trabajo continúa", indicó.
"El problema de la solución del conflicto de Nagorno Karabaj ocupa de modo invariable un importante espacio en los encuentros de Vladímir Putin con los líderes de Azerbaiyán y Armenia, y por su puesto, no quedan fuera los jefes de las Cancillerías", aseveró.
Rusia confía en seguir cooperando con EEUU y Francia sobre la solución del conflicto de Nagorno Karabaj, añadió Serguéi Lavrov.
El canciller recordó que los tres países copresiden el llamado Grupo de Minsk de que la OSCE instituyó en 1994 para impulsar una solución negociada del conflicto.
"Confío en que continúe nuestra estrecha colaboración sobre la solución del conflicto de Nagorno Karabaj tanto con Washington como con París", indicó en una entrevista con la agencia Azeri Press.
Lavrov señaló que los tres copresidentes cooperan activamente entre sí, realizan visitas frecuentes a la región y, como regla, hablan con una sola voz en las negociaciones con los líderes de Armenia y Azerbaiyán.
"Creo que este enfoque de equipo comprueba que podemos y debemos cooperar en la solución de los conflictos internacionales", comentó.
Desde el 5 de abril se mantiene en la zona un armisticio frágil aunque los bandos del conflicto se acusan regularmente de infringirlo.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.
