"No se puede chantajear a los Países Bajos", subrayó Rutte en una entrevista con la televisión WNL.
A su vuelta a Estambul, Kaya condenó a las autoridades holandesas por lo que calificó como "trato inhumano".
"Holanda tiene pleno derecho a decir esto a un ministro que no goza de inmunidad y actúa en contra de la política pública y la política del Gobierno holandés", subrayó el primer ministro Rutte. "No nos queda otro remedio sino trazar una línea", añadió.
Rutte acusó a los representantes de Turquía de haber engañado al alcalde de Róterdam, Ahmed Aboutaleb.
Primer ministro de #Turquía promete a #PaísesBajos "la represalia más severa"https://t.co/MuZly3eXjP pic.twitter.com/DG9Hv4RvMA
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 12 de marzo de 2017
Durante la entrevista, Rutte remarcó que "Holanda, al igual que Turquía, es un país orgulloso, que no sucumbe al chantaje".
La crisis diplomática entre Turquía y Países Bajos se desencadenó el 11 de marzo después de que el Gobierno holandés revocara el permiso para el aterrizaje del avión del ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, alegando que su visita amenazaba la seguridad y el orden público.
Tanto Cavusoglu como Kaya pretendían reunirse con representantes de la numerosa comunidad turca de Países Bajos, muchos de los cuales tienen doble nacionalidad, para recabar su apoyo a las enmiendas constitucionales que se someterán al referéndum en Turquía el 16 de abril.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó al Gobierno neerlandés de actuar con "remanentes nazis y fascistas".
Por su parte, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, tachó de "loca" y "fuera de lugar" la declaración del mandatario turco.