Según Riabkov, en enero pasado en el Congreso se presentó un proyecto de ley que prevé codificar las sanciones impuestas a Rusia por la administración de Obama para que el actual presidente "no pueda cancelarlas a su antojo".
"Además, se propone ampliar y endurecer las restricciones e incluso hacer que las adopten terceros países a través de chantaje, es decir organizar una especie de bloqueo económico de Rusia", dijo al intervenir en la Duma de Estado.
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Según Riabkov, "esta idea se baraja en comités correspondientes del Congreso".
Habida cuenta de los sentimientos antirrusos en el Congreso los legisladores estadounidenses podrían superar un posible veto presidencial, expresó el diplomático.
"No dramatizamos la situación, entendemos que Trump y sus designados necesitan tiempo para ajustar el trabajo en la política exterior y concretizar las prioridades, pero analizamos cuidadosamente todas las señales que provienen de Washington y juzgaremos exclusivamente por los hechos", indicó.
"En cuanto a las sanciones que causaron la caída del intercambio comercial con EEUU al menos en un tercio, de 29.000 millones (de dólares) en 2014 hasta 20.000 millones el año pasado, nunca hemos pedido que sean levantadas ni planeamos hacerlo", dijo al intervenir en una mesa redonda sobre las relaciones entre los dos países celebrada en la Cámara baja rusa.
Riabkov agregó que Moscú no discutió ni va a discutir los criterios para levantar las sanciones.
"En algunos ámbitos nos afectan las restricciones, pero no nos perjudican más que a las exportaciones de EEUU, que Donald Trump se encargó de estimular".
El vicecanciller también señaló que Washington debe tomar decisiones al respecto, aunque "obviamente sería más fácil mantener una cooperación económica mutuamente ventajosa" y colaborar para solucionar la crisis en Siria.
"Debido a las restricciones impuestas por la anterior Administración los militares estadounidenses son incapaces de cooperar en pleno volumen con sus colegas de Rusia al respecto", subrayó.
Según Riabkov, las acciones de la Administración del expresidente de EEUU, Barack Obama, antes y después de las elecciones fueron algo que iba "más allá del sentido común".
El alto funcionario puso como ejemplo las acusaciones de Washington a Moscú de intervenir en el proceso electoral y el hecho de cortar los accesos a instalaciones, propiedad de la Embajada de Rusia en Washington y a la sede de la misión rusa en Nueva York.
Añadió que desde el 2014, EEUU aplicó y amplió sanciones a Rusia en más de 30 ocasiones.
Según el vicecanciller, actualmente 172 ciudadanos rusos y 350 entidades figuran en la lista negra de EEUU.
Riabkov añadió que las acciones de la Administración del expresidente de EEUU, Barack Obama, en vísperas y después de las elecciones presidenciales eran "incomprensibles y contrarias al sentido común".
"Al acusar a Rusia de intervenir en las elecciones, la Administración Obama caldeó hasta el extremo la histeria antirrusa", subrayó.
Las relaciones entre Moscú y Washington se deterioraron en 2014 tras el estallido de la crisis ucraniana y la adhesión de Crimea a Rusia.
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El Gobierno de Obama impuso varios paquetes de sanciones unilaterales a Rusia por su supuesto papel en el conflicto interno ucraniano.
Moscú rechazó esas insinuaciones y recalcó que está interesada en que la nación vecina supere lo más pronto posible la crisis que vive desde 2014.