"La reunión de hoy muestra que siempre estamos dispuestos a abordar cualquier asunto, incluso los problemas complicados, para encontrar una solución", dijo Lavrov.
El ministro ruso añadió que la etapa actual del trabajo conjunto de Rusia y Bielorrusia se desarrolla "con un trasfondo informativo no muy tranquilo" pero la colaboración entre los ministerios de Asuntos Exteriores de los países, así como otros entes, se desarrolla de manera práctica.
"Creo que se trata de problemas que deben ser resueltos", dijo el diplomático bielorruso, agregando que los demás Ministerios de ambos países deberían interactuar con el mismo nivel de efectividad que las Cancillerías de Rusia y Bielorrusia.
Agregó que los demás ministerios de ambos países deberían interactuar con el mismo nivel de efectividad que las Cancillerías de Rusia y Bielorrusia.
Para Makéi, el actual encuentro con Lavrov representa una oportunidad de lograr avances en las relaciones bilaterales, en particular, "en el cumplimiento de las acciones conjuntas en la esfera de la política externa del Estado de la Unión para 2016-2017".
Anteriormente este mes de febrero el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, acusó a Rusia de complicar las relaciones entre los países y denunció que Moscú supuestamente viola un acuerdo en materia económica.
En el Kremlin tacharon de incorrectas estas declaraciones al añadir que las disputas, incluidas comerciales, deben ser resultas tranquilamente y a través de negociaciones.
Como medida recíproca el director del Servicio Federal ruso de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov, ordenó establecer zonas fronterizas de control en las regiones rusas de Smolensk, Pskov y Briansk, limítrofes con Bielorrusia, para "crear las condiciones necesarias para la protección de la frontera nacional", hecho que Lukashenko calificó de violación de los acuerdos bilaterales.