"(A Poroshenko) Se le ocurrió que sería mejor cerrar los ojos ante lo que hacer los batallones voluntarios, o, incluso, sugerirles que ya era hora de comenzar a disparar", aseguró el canciller ruso al canal televisivo NTV al referirse a la agudización de la crisis en Donbás que tuvo lugar en los últimos días.
"Todo eso debía haber sido acordado con Donetsk y Lugansk, y en cuanto él comprendió que, de proponer todo eso en la Rada Suprema, los días de su carrera política estarían contados", advirtió el jefe de la diplomacia rusa.
El canciller destacó que el único aspecto positivo que tiene la situación actual radica en que Occidente por fin comienza a comprender "lo que vale en realidad el Gobierno de Ucrania".
"Pero eso se logra a costa de mucha sangre y de experimentos que duran muchos meses, por no decir años", precisó.