"Creo que el objetivo de Italia como el país presidente del G7 es hacer todo lo posible para el retorno gradual de Rusia al trabajo en el formato del G8", escribió para el periódico Il Messaggero.
Opinó asimismo que la invitación de Rusia a la cumbre de G7 en próximo mayo parece ser una tarea muy viable habida cuenta de los pasos "inesperados y casi increíbles" de Trump en su interacción con el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Destacó que el restablecimiento del formato del G8 se debe a lo ineficaz el llamado aislamiento de Rusia y las sanciones para la solución de la crisis en Donbás y lo serio que fue la contribución de Moscú en la seguridad y la lucha antiterrorista en Europa y en el Oriente Próximo.
"Ante todo, habría que entender si Putin recibe la invitación sin obligaciones de levantar las sanciones a Rusia", sugirió reconociendo la dificultad de este camino.
En enero, Prodi llamó a levantar de inmediato las sanciones contra Rusia sin esperar que el presidente de EEUU lo haga el primero.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 31 de agosto de 2016
Rusia participó desde 1998 en el club de las naciones más industrializadas del planeta pero en 2014 los demás socios se negaron a asistir a la cumbre de turno en Sochi.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
Previamente, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que Rusia no se propone hacer nada para recuperar el formato G8.
El G7 está integrado por Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.