Con anterioridad el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció su disposición para convocar a una consulta sobre la adhesión de su país a la alianza.
"Hoy en día el pueblo es incapaz de responder objetivamente a esa pregunta, pues sin la participación de Crimea y Donbás se agudizaría el conflicto; (…) la opinión pública está histérica, la gente está asustada", dijo Bórtnik a Sputnik, al subrayar que ni siquiera se debe plantear esa clase de cuestiones.
Bórtnik indicó, además, que una consulta de ese tipo puede servir de instrumento de presión sobre los socios occidentales de Ucrania que le prometieron hace tiempo la integración europea y la euroatlántica, la libertad de comercio y la abolición de los visados, algo que nunca cumplieron.
"Si se celebra este referéndum y se obtiene un resultado positivo, se podrá presionar con este resultado a los políticos europeos", señaló.
Kiev se comprometió a garantizar hacia 2020 la plena compatibilidad de sus Fuerzas Armadas con las de la alianza, y en diciembre de 2016 firmó en Bruselas una 'hoja de ruta' en materia de cooperación militar con el bloque.
No obstante, el ex secretario general de la OTAN Anders Fog Rasmussen ya dijo en su momento que para la adhesión de Ucrania a la alianza se tienen que cumplir unos criterios, lo que exigiría un tiempo considerable y, según los expertos, podría tardar al menos 20 años.