El 16 de enero el Ministerio de Exteriores de Ucrania comunicó que Kiev demandó a Rusia ante la CIJ por violar supuestamente dos convenciones para combatir la financiación del terrorismo y para eliminar de la discriminación racial.
En la demanda presentada por Kiev ante la CIJ, se señala que "desde 2014 Rusia aumentó su injerencia en los asuntos ucranianos hasta niveles peligrosos, al realizar la intervención en Ucrania, financiar ataques terroristas y violar los derechos de millones de ciudadanos ucranianos".
Además, se indica que desde el punto de vista de Ucrania, "Rusia con sus acciones violó los principios fundamentales de derecho internacional".
Kiev y Occidente acusan a Rusia de estar implicada en el conflicto en el Este ucraniano y de una "agresión militar".
Moscú ha señalado en repetidas ocasiones que no forma parte del conflicto interno en el país vecino ni suministra armas ni municiones a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Además, Rusia subraya que está interesada en que Ucrania supere cuanto antes la crisis política y económica que atraviesa.