Durante los primeros años de su trabajo, el ministro de Exteriores de Alemania tendrá tres desafíos clave. Pero, ¿cuáles son?
En primer lugar, Gabriel se dedicará al desarrollo de las relaciones con los otros Estados europeos. En particular, participará en las negociaciones con Londres sobre el Brexit. Recientemente, el político exigió celebrar unas negociaciones más duras con el Reino Unido.
En lo que respecta al conflicto ucraniano, todavía se desconoce cómo se va a desarrollar el proceso de paz tras la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones de EEUU, puesto que no se puede saber con certeza si va a apoyar el formato de Normandía —con la participación de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania— o va a buscar una solución del conflicto por sí mismo, a través de negociaciones directas con Moscú y Kiev. Además, la posible victoria de la euroescéptica Marine Le Pen en las presidenciales de Francia podría llevar a una crisis y al debilitamiento de la Unión.
El segundo problema que tendrá que afrontar Gabriel son las relaciones diplomáticas entre Berlín y Moscú. De acuerdo con el autor, la reintegración de Crimea y el conflicto en el este de Ucrania "obstaculizan el mejoramiento de las relaciones" entre los dos países. En cuanto a las sanciones antirrusas —que también son un problema económico para numerosas empresas alemanas—, el excanciller Steinmeier abogó por el levantamiento gradual de las sanciones a medida que se cumplan los acuerdos de Minsk. Sin embargo, en diciembre, la canciller de Alemania, Angela Merkel, junto con el presidente francés, Francois Hollande, prorrogaron las sanciones hasta junio.
En tercer y último lugar, el nuevo ministro de Exteriores de Alemania tendrá que averiguar qué papel desempeñarán las nuevas autoridades de EEUU en el escenario mundial. Tras la victoria de Donald Trump, "el viejo mundo del siglo XX llegó a su fin", por lo cual "es completamente desconocido cómo será el mundo de mañana", según las palabras del propio Steinmeier. El desafío clave de Gabriel es entender la posición de Washington en el conflicto sirio y sus relaciones con Europa y la OTAN. Además, tendrá que participar personalmente en las cumbres de la Alianza. De acuerdo con el medio, el nuevo canciller alemán también planea reunirse en un futuro próximo con el posible nuevo jefe del Departamento de Estado de EEUU, Rex Tillerson.