Recientemente, el presidente saliente Barack Obama ha adoptado una serie de medidas dirigidas a atar de pies y manos a su sucesor.
Por primera vez en 36 años EEUU no ha vetado una resolución de la ONU que afecte a Israel. Trump reacciónó prometiendo que las cosas cambiarían tan pronto como tomara posesión.
The big loss yesterday for Israel in the United Nations will make it much harder to negotiate peace.Too bad, but we will get it done anyway!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de diciembre de 2016
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 23 de diciembre de 2016
The "Intelligence" briefing on so-called "Russian hacking" was delayed until Friday, perhaps more time needed to build a case. Very strange!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de enero de 2017
En varias ocasiones el presidente electo ya se ha enfrentado a decisiones abiertamente contradictorias a sus estrategias y declaraciones, así como a la parcialidad de los medios.
Doing my best to disregard the many inflammatory President O statements and roadblocks.Thought it was going to be a smooth transition — NOT!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de diciembre de 2016
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de diciembre de 2016
En este contexto el analista político y vicepresidente ejecutivo del 'think-tank' —laboratorio de ideas— Eurasia Center, Earl Rasmussen, comentó a Sputnik quién podría estar detrás de tal confrontación.
Según el analista, es evidente que la familia Clinton tiene mucho que ver con tal situación en la transición, así como los senadores Lindsey Graham y John McCain, famosos por sus firmes sentimientos antirrusos.
Si se apresurara y lo hiciera de inmediato, complicaría la situación para sí mismo, por lo tanto, primero Donald Trump debe ganarse a la opinión pública, asegura el experto.
En este sentido, las decisiones hostiles de la Administración saliente sí logran su objetivo.