La reacción prudente del presidente ruso respecto a las sanciones de EEUU y su rechazo a tomar contramedidas, así como la invitación a los niños de los diplomáticos estadounidenses a la fiesta navideña en el Kremlin, han sido una verdadera humillación para el presidente Obama, opina la exjefa de la redacción moscovita de CNN y experta en Rusia, Jill Dougherty.
La prudencia del Kremlin es un "insulto enorme para Obama y su equipo ya que da una pista acerca de la impotencia política del jefe de la Casa Blanca, opina la experta.
El medio estadounidense señala que hasta los miembros de la administración actual reconocen que Trump "sí puede cambiar la decisión sobre las sanciones", sin embargo, dicen, "no sería muy lógico".
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Además, Estados Unidos restringió el acceso a dos viviendas que forman parte de la propiedad diplomática de Rusia, mientras 35 diplomáticos rusos recibieron las notificaciones de que estaban obligados a salir del territorio estadounidense dentro de 72 horas.
El 30 de diciembre el mandatario ruso, Vladímir Putin, declaró que Moscú no va a deportar a los diplomáticos estadounidenses como respuesta a las acciones inamistosas de Washington. El líder ruso calificó las iniciativas de la administración saliente de "provocativas que buscan socavar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos".