El documento estipulaba imponer un embargo de armas a Sudán del Sur, que es el miembro más joven de Naciones Unidas, así como prohibir viajes y congelar activos de tres representantes de su Gobierno y oposición.
EEUU tenía preparado este proyecto ya en noviembre pasado, pero entonces el documento no fue sometido a votación.
La iniciativa estadounidense fue apoyada desde el comienzo mismo por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien aseguró que el embargo reduciría la capacidad de las partes en conflicto para ir a la guerra.
El conflicto causó numerosas víctimas y puso al borde de una catástrofe a Sudán del Sur, que se separó de Sudán en 2011, tras celebrar un referéndum de independencia.
De tiempo en tiempo surge confrontación armada entre el Gobierno de Sudán y los grupos rebeldes separatistas de Darfur.
El conflicto se cobró unas 300.000 vidas, según datos de la ONU, en la región están acuartelados unos 14.000 militares y 4.700 policías de la misión conjunta de la ONU y la Unión Africana.