"Sabemos que en gran medida las expectativas de Ankara se vieron frustradas por parte de Bruselas, por lo que la carga de estos refugiados recae en los hombros de Turquía", señaló en entrevista al canal de television MIR 24, al añadir que la UE ayuda de "muy mala gana".
Según Peskov, "Turquía se convirtió en un sitio muy peligroso para trabajar", por ser "un estado fronterizo" con naciones en conflicto.
"No olvidemos que durante varios años Turquía recibió a más de dos millones de refugiados, procedentes de Siria y de otros estados", recordó el portavoz.
El secretario de prensa del presidente ruso se refirió a "los graves efectos colaterales" relacionados con el empeoramiento de la situación general en este país.
Los líderes de la UE a mediados de marzo acordaron con Turquía un plan conjunto de lucha contra la crisis migratoria que preveía en particular el retorno a este país de todos los ilegales que arribaron a Grecia desde territorio turco, y la recepción por parte de la UE de los migrantes sirios legales procedentes de Turquía en base al principio "uno por uno".
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Según las autoridades turcas, sin el apoyo de Ankara el flujo de los migrantes inundará Europa, por lo que Turquía es un factor importante en la defensa de la región.