"Es una mala historia que hay que terminar, aunque los industriales y agricultores pidan al presidente y el Gobierno que no levanten el embargo agroalimentario, es decir, estas medidas fueron introducidas no para molestar a los socios occidentales sino para que nuestra economía empiece a desarrollarse", dijo en una entrevista con los canales de televisión rusos.
Los socios de Rusia, prosiguió, decidieron "por alguna razón" que con las sanciones podrían conseguir que esta se doblegase a sus intereses.
"Dije muchas veces que estas decisiones fueron tomadas respecto a la URSS y Rusia en repetidas ocasiones y nunca surtieron efecto", recordó.
Subrayó que se logró adaptar el mercado de alimentos rusos y garantizar la "seguridad alimentaria" en una "gran cantidad" de renglones.
"Estoy seguro que en los próximos años cerraremos al 100 por ciento todas nuestras necesidades en el mercado", afirmó.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz del conflicto interno en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia.
EEUU, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias.