"En los 60 años de relaciones entre Rusia y Siria, y hasta nuestra reunión de hoy, no hubo ninguna presión por parte de nuestros amigos rusos y menos en asuntos vinculados con la soberanía siria", resaltó el mandatario en entrevista con la cadena Rossiya 24.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas el Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
A petición de Asad, Rusia empezó en septiembre de 2015 una campaña de bombardeos aéreos contra las posiciones de los grupos terroristas, y cinco meses más tarde retiró de este país el grueso de sus fuerzas, aunque mantiene la presencia militar en la base aérea Hmeymim y el puerto de Tartus.