"Nuestra historia nos recuerda que cuando no hemos estado unidos, el país ha sufrido desastres que dejan cicatrices dolorosas", dijo el presidente en un discurso a la nación difundido por todos los medios audiovisuales y electrónicos.
"Los dos años que siguen implicarán retos considerables; uno de ellos será establecer una relación constructiva con el nuevo gobierno de los Estados Unidos de América", dijo Peña Nieto sin mencionar por su nombre a Trump, que amenaza con políticas migratorias, de seguridad y comerciales dañinas para México.
En una inusual reseña histórica de conflictos con EEUU e invasiones extranjeras, el presidente recordó que "la desunión provocó la pérdida de la mitad de nuestro territorio" que hoy es el estado de Texas, EEUU, perdido en el siglo XIX.
"La desunión condujo a la imposición de un emperador extranjero, ajeno a nuestra vocación republicana", dijo al referirse al emperador Maximiliano de Austria, impuesto mediante una intervención francesa tras otras invasiones de EEUU.
EEUU es "nuestro vecino geográfico y principal socio comercial", enfatizó el mandatario para poner en contexto el reto de una nueva relación bilateral.
"La desunión ocasionó una revolución de años (la Revolución Mexicana 1910-1917), que causó un millón de muertes y una destrucción que tomó décadas recuperar", prosiguió el mandatario sin atribuir a ese evento los usuales elogios nacionalistas.
En alusión a los desafíos que México espera de Trump, prometió: "Defenderé las libertades, los derechos y la dignidad de los mexicanos, donde quiera que residan o se encuentren".
Finalmente, al mencionar que comienza el último tercio de su mandato, y que en dos años concluirá su gobierno, reafirmó que "la unidad, por supuesto, comienza por que el Gobierno cumpla su parte, yo seré el primero en trabajar para afirmar esa unidad".
