A la pregunta de si el emplazamiento de misiles tendrá una repercusión en el proceso negociador, el secretario general del Gabinete dijo: "Supongo que ninguna".
También el Kremlin dijo anteriormente que el despliegue de misiles no debe afectar la tendencia al acercamiento entre Moscú y Tokio, y en particular, los preparativos para la próxima visita del presidente ruso Vladímir Putin a Japón.
El 22 de noviembre se supo que Rusia emplazó sistemas de misiles antibuque Bal y Bastión, con un alcance de 120 y 600 km respectivamente, en las islas de Kunashir e Iturup.
Rusia, a su vez, señala que tras la Segunda Guerra Mundial estos territorios fueron traspasados por acuerdos internacionales a la Unión Soviética, de la que es sucesora legal.
El contencioso territorial sigue siendo el principal obstáculo para la firma de un tratado de paz entre Rusia y Japón que técnicamente continúan en guerra desde 1945.