"Contamos con que Mistura finalmente convoque la próxima ronda de consultas sirias, lo conminamos a hacer eso lo antes posible", aseveró el alto diplomático ruso.
"Por ello en ese sentido nuestro trabajo no se ha detenido", aseveró.
El vicecanciller ruso señaló que De Mistura por el momento no ha convocado la ronda, "alegando ciertas circunstancias".
"Él considera que para iniciar exitosamente el diálogo sirio es necesario alcanzar un régimen de alto el fuego estable, ahora considera que el problema radica en el este de Alepo; desde su punto de vista, es necesario lograr una mejoría de la situación humanitaria antes de avanzar por la ruta política", explicó.
La participación de los kurdos
"Una de las condiciones obligatorias, sin la cual será difícil contar con la reanudación exitosa del proceso político, es incluir a los kurdos en las negociaciones", dijo Gatílov al indicar que "sin su participación es imposible suponer que se pueda llegar a alguna decisión definitiva sobre futuro sistema constitucional de Siria".
El vicecanciller ruso señaló que los kurdos representan "una fuerza militar y política que controla una parte considerable del territorio de Siria y participan enérgicamente en la lucha antiterrorista".
Pausas humanitarias
El vicecanciller indicó que Rusia está dispuesta "a aceptar nuevas pausas humanitarias, pero necesitamos firmes garantías de que sean usadas precisamente para que la población civil del este de Alepo salga de los barrios asediados".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 28 de octubre de 2016
Según el diplomático, durante las primeras pausas humanitarias "se prometió evacuar a 200 personas, pero al final no fue evacuada ni una sola persona".
"Las pausas fueron aprovechadas por la oposición radical y los terroristas para reagrupar sus fuerzas y obtener apoyo financiero y material adicional, y de hecho la pausa humanitaria fue utilizada para preparar nuevas operaciones militares", afirmó.
Gatílov enfatizó que el asesor del enviado especial de la ONU para Siria, Jan Egeland, no logró cumplir su tarea y asegurar que los corredores humanitarios se usen para la salida de heridos y civiles.
Rusia no objeta nuevas pausas humanitarias en Siria, en particular en Alepo, pero exige garantías de que sean usadas para la evacuación de heridos y civiles.
"En principio, estamos dispuestos a aceptar nuevas pausas humanitarias, pero necesitamos firmes garantías de que sean usadas precisamente para que la población civil del este de Alepo salga de los barrios asediados", manifestó.
"Hoy en día, vemos que los terroristas usan a los civiles como escudo humano y no les permiten abandonar estos barrios (…) para acusar tanto a las tropas sirias como a Rusia de atacar blancos civiles, hospitales y la población civil", constató Gatílov.
Agregó que la ONU, Damasco y Moscú mantienen el diálogo sobre las pausas humanitarias y la evacuación de civiles de Alepo.
"Esperamos llevar a cabo estas operaciones humanitarias, aunque sea parcialmente", expresó el vicecanciller ruso.
Lea más: Moscú lamenta que ONU no haya usado pausas humanitarias en Alepo para enviar ayuda
La presión sobre Rusia y Siria
Además Gatílov destacó que Rusia considera inaceptable la presión sobre Moscú y Damasco a través del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU para resolver la crisis humanitaria.
"Otra cosa con la que no estamos de acuerdo en el contexto de la crisis humanitaria, la situación humanitaria en Alepo oriental, son los intentos de utilizar con este objetivo el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, con lo que evidentemente persiguen politizar esta cuestión y ejercer presión adicional sobre Siria y Rusia".
Agregó que por esa política optan algunos socios de Rusia.
Anteriormente se informó que la noche del sábado se llevó a cabo una operación en la que se logró evacuar a diez civiles de Alepo oriental.
Últimamente se agravó la situación en la parte este de Alepo controlada por los yihadistas que impiden a los civiles abandonar las zonas peligrosas a través de corredores humanitarios, usando a los civiles como escudos humanos.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a facciones armadas de la oposición a la que Occidente denomina "moderada" y otros grupos terroristas, entre ellos Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Fatah al Sham), ambos proscritos en Rusia y otros países.
A la vez, una investigación del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias rusa, basada en los datos de la Oficina siria de Estadísticas, sitúa en 105.000 el total de sirios que perdieron la vida en el conflicto, entre ellos 45.000 militares y milicianos, 24.000 terroristas de nacionalidad siria y 36.000 civiles, la mayoría de los cuales murieron a manos de la oposición moderada y los yihadistas.
