"También algunos medios serios se unieron a la campaña de difamación de Rusia, lamentablemente, lo que responde a los intereses de los extremistas y los terroristas de Daesh y Frente al Nusra y actúa como factor de apoyo a la actividad extremista", dijo en una sesión informativa en la agencia Rossiya Segodnya.
El Ministerio de Defensa de Rusia refutó la declaración del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) sobre ese "ataque", su portavoz, Ígor Konashénkov, aseguró que "el miércoles 26 de octubre ningún avión de la Fuerza Aeroespacial de Rusia entró en la zona cercana a Haas".
Además descartó que el colegio hubiera sufrido un ataque aéreo, y se refirió a las imágenes obtenidas por un dron ruso que muestran que el techo de la escuela no estaba dañado ni tampoco había cráteres de explosiones de bombas en sus inmediaciones.
Occidente imputó en más de una ocasión a Siria y Rusia ataques contra la infraestructura civil y las posiciones de la oposición moderada, sin aducir pruebas convincentes.
Moscú califica de gratuitas tales acusaciones señalando que los ataques se lanzan contra los terroristas solamente, tras comprobar con minuciosidad los blancos a atacar, basándose en datos de los grupos de reconocimiento.