"Hoy la balanza se inclina a favor de Damasco y Moscú, que vino en ayuda de ese país, su Gobierno legítimo en un momento de peligro mortal, y en un combate abierto nuestros adversarios no nos pueden ganar, por eso acuden a una guerra psicológica masiva con el objetivo de desacreditar nuestra política", dijo el además catedrático del Instituto de Países Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia.
"Se formó un aparato que lleva a cabo esa guerra psicológica, desinforma la opinión pública y manipula la opinión de las masas, transmitiendo rumores", advirtió Naumkin.
Para el politólogo, un proceso de paz en Siria pondría fin a los planes de convertirla en una segunda Libia o en un segundo Irak, a los planes de convertirla en "una base del terrorismo internacional".