"En caso de victoria, los terroristas no van a escuchar a ninguno de sus dueños o titiriteros, y esto podría llevar a nuevas olas de refugiados y —Dios no lo quiera— a nuevos camiones en Francia", subrayó. Agregó que actualmente hay menos personas que piden la dimisión de Asad, además, "no fue el tema principal" de las negociaciones de los líderes del Cuarteto de Normandía sobre Siria celebradas en Berlín.
El político agregó que "no puede exagerarse la importancia de la operación antiterrorista conjunta de Rusia y el Ejército Árabe Sirio contra los terroristas de los grupos yihadistas Frente Fattah al Sham y Daesh [proscritos en Rusia y otros países]". Observó que la división del país "puede tener consecuencias catastróficas para toda la región".
Hablando de la base militar rusa en Tartus, reconoció que "no es un fin, sino un medio". "Y nuestro objetivo —declarado por el presidente— es ayudar a las autoridades legítimas sirias en su lucha antiterrorista, la lucha contra Daesh y otras organizaciones yihadistas", afirmó.
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En lo que respecta a la presencia de los buques rusos en el canal de la Mancha, indicó que "el equipamiento militar moderno es capaz de controlar el espacio aéreo", mientras que "los buques rusos tienen otros objetivos, y son objetivos secretos".
