"La rúbrica de esa declaración (entre la Unión Soviética y Japón) que puso fin al estado de guerra y reanudó las relaciones diplomáticas entre los dos países, fue un hecho histórico y un hito para el desarrollo de los lazos bilaterales", indicó el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en un mensaje a un foro en Tokio.
Rusia, añadió Lavrov, continuará haciendo gestiones para fomentar el diálogo político y el intercambio en los ámbitos económico, comercial, cultural, humanitario y científico.
"Esperamos que el próximo contacto a alto nivel impulse el trabajo conjunto en esta dirección", subrayó Lavrov.
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Está previsto que el presidente ruso Vladímir Putin viaje a Japón en diciembre.
Tokio condiciona su firma a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) alegando el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que suscribió con Rusia en 1855.
Moscú, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial en virtud de acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.