"En Washington, hay un grupo de personas que se pronuncia a favor de considerar no solo los métodos diplomáticos, sino también los que incluyen el uso de la fuerza. Hay 'fugas' [de información] de que los misiles de crucero pueden atacar los aeródromos de la Fuerza Aérea del Ejército sirio, y la aviación siria simplemente dejará de volar. El Estado Mayor ya ha expresado su reacción al respecto", recordó el ministro ruso.
"Este es un juego muy peligroso, dado que Rusia, que se encuentra en Siria por invitación del Gobierno legítimo de este país, y teniendo allí dos bases —una base aérea en Hmeymim y un punto de abastecimiento material y técnico de la Armada rusa en Tartus—, dispone hoy también de unidades de defensa antiaérea para proteger nuestras instalaciones", señaló.
"Vemos claramente que los militares de EEUU, en su gran mayoría, entienden que tienen que ser prudentes y no guiarse por las emociones ni por las explosiones momentáneas de agresividad", añadió Lavrov.