"No pondré condiciones al PSOE para negociar la investidura", explicó el presidente en funciones.
"No se trata ponerles exigencias ni a unos ni a otros", aseguró el líder conservador.
La opción preferida de Rajoy sigue siendo conformar un Gobierno de "gran coalición" que aglutine al Partido Popular, al PSOE y a los liberales de Ciudadanos.
Esa vía, a ojos del presidente en funciones, propiciaría la formación de un Gobierno estable que pudiera manejar el día a día del Parlamento sin demasiadas complicaciones.
"Si no es posible eso, nosotros estamos dispuestos a considerar cualquier posibilidad, porque la prioridad es formar Gobierno", aseguró Rajoy, recordando que sería suficiente una abstención de los socialistas para aprobar los presupuestos.
Los socialistas se encuentran sumidos en una crisis interna sin precedentes después de que su secretario general, Pedro Sánchez, dimitiera este sábado por divisiones sobre la estrategia a seguir de cara a la formación de Gobierno.
Sánchez defendía intentar la formación de un Gobierno alternativo a Rajoy mientras que sus detractores planteaban abstenerse.
#España necesita un Gobierno estable y fuerte. Los consensos no son una rendición, bien al contrario, son un éxito de todos #CJAM16
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 6 октября 2016 г.
Finalmente, los segundos se impusieron en el partido y provocaron la caída del secretario general, lo que propició la creación de una Comisión Gestora para dirigir el partido ante la ausencia de en equipo ejecutivo.
El presidente de dicha comisión aseguró el miércoles que es "imposible" formar un Gobierno alternativo y que el Comité Federal del partido debatirá si los socialistas se abstienen o no siempre y cuando Rajoy no quiera imponer unas condiciones pensadas para humillar al PSOE.
Los socialistas deberán decidir su posición ante Rajoy en los próximos días ya que el calendario para evitar unas terceras elecciones es muy estrecho.
Si no hay Gobierno antes del 30 de octubre, el Rey Felipe VI procederá a disolver las Cortes Generales y convocar nuevas elecciones.