"La evolución de la situación política en Venezuela demuestra que las fuerzas irreconciliables dentro del país que gozan del apoyo exterior dirigen el asunto hacia una escalada de tensiones; el objetivo es lograr destituir al Gobierno del país cueste lo que cueste", dice el comunicado de la Cancillería rusa.
El comunicado añade que esos esfuerzos "permitirían hacer realidad las esperanzas del pueblo venezolano para la paz y la estabilidad, la superación de las actuales dificultades económicas y el posterior desarrollo gradual del país".
"La única base para resolver los problemas políticos de Venezuela —como de cualquier otro país— es el respeto de la Constitución y la legislación nacional", subraya.
La transgresión del marco legal, así como las presiones exteriores que la provocan "son inaceptables, sean cuales sean los pretextos, continúa el comunicado.
"Solo el pueblo venezolano, que es el sujeto de la soberanía, tiene el derecho de determinar su futuro usando los mecanismos fijados en la Constitución".
