"Sería difícil dudar del hecho de que actualmente Putin es una de las figuras esenciales en la palestra internacional", apunta el diplomático y escritor italiano Roberto Toscano en su artículo para 'La Reppubblica'.
Según el autor, las principales causas de la popularidad del líder ruso en su país radican en la época postsoviética de los años 90. En aquel entonces, Rusia se encontraba envuelta en el caos del nuevo sistema político y económico. El país necesitaba de un líder fuerte y atrevido que recuperara la antigua gloria de la URSS.
Sin embargo, como subraya el autor, es mucho más difícil explicar la fama de Putin en el extranjero, sobre todo en el contexto de la política occidental. Donald Trump sirve de ejemplo, de acuerdo con el escritor italiano. Es poco probable que el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos tenga predisposición a favor de Rusia, pero al mismo tiempo, su admiración hacia a Putin le parece sincera a muchos analistas.
"Según la opinión del historiador estadounidense Timothy Snyder, Putin es la personificación de la imagen del líder al que quiere parecerse Trump en los medios de comunicación", destaca el diplomático italiano.
El líder de Rusia no tiene reparos en decir 'no' a la globalización y 'sí' a la soberanía de forma clásica, opina el autor. La sociedad confía cada vez menos en los proyectos que tienen como objetivo un futuro progresista y ve la resolución de los problemas actuales en el regreso a los valores tradicionales, explica Toscano.
"La sociedad siente que Putin es de verdad un hombre fuerte, que se crio en los barrios criminales de Leningrado [actual San Petersburgo], donde la fuerza siempre predominaba sobre la mente", afirma el columnista.
"En el mundo donde el terrorismo se ha convertido en una amenaza global, hay una gran cantidad de personas que no pueden resistir el encanto de un líder fuerte, una especie de político al estilo de Clint Eastwood, que mata a los malhechores", concluye el autor del artículo.
