De acuerdo con el autor, los comentarios del candidato republicano fueran poco prudentes ya que han logrado desviar la atención de las debilidades de la candidata demócrata Hillary Clinton, sin embargo, añade, esto no quiere decir que sus declaraciones sean incorrectas.
"A lo mejor Putin es un dictador implacable y autoritario, pero él actúa con la intención de promover los intereses de Rusia. En cuanto a Obama, él ha actuado y sigue actuando de manera que, desde el punto de vista tradicional, deteriora los intereses nacionales de nuestro país", subraya Keiler.
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Además, él ha restablecido la presencia rusa en Oriente Próximo, ha ayudado a debilitar los lazos de Washington con Tel Aviv, El Cairo y Ankara y ha formado una fuerte alianza con Teherán. Es más, Putin ha logrado obtener herramientas políticas y económicas contra Europa Occidental, y de manera indiscutible ha restablecido el estatus de Rusia como una potencia mundial cuya opinión hay que considerar.
"Sin duda, la política perezosa, perpleja y, sobre todo, inefectiva de la administración de Obama ayudó a Putin", señala el analista.
"No hay necesidad de continuar para llegar a la conclusión de que Trump ha tenido razón cuando decía que el liderazgo de Putin es superior al de Obama", expresa el autor.
Al nivel internacional, Obama es un líder terrible, sostiene Keiler, y no es tanto por su negligencia como por su política, la cual él persigue y la cual adoran sus apasionados partidarios. Mientras tanto, agrega el columnista, según todos los estándares lógicos e históricos, esta política contradice a los intereses de su país.
De acuerdo con los estándares de evaluación racional y tradicional, la disminución del prestigio, poder e influencia internacional es una cosa mala y Obama ha logrado los tres, concluye Keiler.