El propio Trump confirmó que viajará a México para reunirse con el líder mexicano y desde la oficina presidencial también lo corroboraron.
Invité a México a los candidatos a la Presidencia de EEUU, para conversar sobre la relación bilateral. Mañana recibo a Donald Trump.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 31 de agosto de 2016
En marzo Peña comparó a Trump con Adolf Hitler y Benito Mussolini, subrayando que ofrece recetas simplistas e irreales para problemas complicados.
Trump centra su campaña en la construcción de un muro en la frontera con México para detener la inmigración irregular.
"El presidente mexicano no puede descartar la victoria de Trump en las urnas por eso busca construir relaciones con anticipación con el multimillonario y aclarar las medidas que realmente tomaría el republicano si llegara al poder", señaló Alexéi Fenenko, profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Moscú.
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Trump, apuntó, puede conseguir puntos políticos de esta reunión.
"Al finalizar el encuentro Trump ya no tendrá esa imagen de enemigo o desconocido absoluto para los electores latinoamericanos dentro de EEUU", indicó.
A su vez, Vladímir Batiuk, director del Centro de Estudios Político-Militares de la Academia de Ciencias, cree que Trump y Peña abordarán "los problemas graves que podrían estallar si el republicano llegara a la Casa Blanca".
"Trump pretende construir un muro en la frontera con México, unos planes que inquietan al país latinoamericano ya que podrían ser un motivo para el agravamiento de las relaciones si Trump ganara y cumpliera su palabra", dijo Batiuk.
El experto destacó que fuera de Estados Unidos se toman en serio el posible triunfo del multimillonario.
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"La campaña electoral entró en la recta final y Clinton adelanta a Trump, pero los comicios estadounidenses son absolutamente impredecibles", puntualizó.
